LA CONTAMINACIÓN POR ACTIVIDAD DE ENGORDE EN CORRAL BAJO UN SUELO ARGIUDOL TÍPICO EVALUADA MEDIANTE MÉTODOS GEOFÍSICOS
Palabras clave:
contaminación, engorde a corral, conductividad eléctricaResumen
La actividad ganadera de engorde a corral puede impactar en el ambiente por el manejo de las excretas de los animales. El objetivo del estudio fue evaluar la distribución de las concentraciones de nitrógeno y fósforo en el suelo de corrales con diferente tiempo de uso y analizar su impacto en el agua subterránea. La hipótesis fue que, en el corral con mayor tiempo de confinamiento de los animales, las concentraciones de dichos elementos en el suelo son mayores. En dos corrales de engorde, con uno y 12 años de uso, se realizó una exploración inicial mediante sondeos geofísicos de tomografía de resistividad eléctrica (TRE) y por inducción electromagnética (EMI) para caracterizar la contaminación a través de la distribución de conductividad eléctrica (CE) de la zona saturada y no saturada. Las líneas de TRE se ubicaron aproximadamente perpendiculares a la pendiente topográfica, siguiendo un modelo de gradiente. Se diseñó una grilla de muestreo dirigido de suelo en base al mapa de CE para evaluar en cada posición topográfica (alta, intermedia y baja) sitios con diferentes anomalías de CE. Las muestras se extrajeron, con tres réplicas por sitio a intervalos de 30 cm hasta una profundidad de 1,5 m. Se determinaron las concentraciones de nitratos (N-NO3-), Pextractable (Pe) y humedad del perfil de suelo. En el agua freática se determinaron las concentraciones de iones mayoritarios. La CE alta coincidió con sitios con estiércol acumulado y contenido hídrico mayor del suelo. Las concentraciones de N-NO3- aumentan hacia las zonas que rodean los montículos de estiércol. El Pe, se escurriría superficialmente a los alrededores de estos sitios. En el corral con 12 años de uso, la CE y la masa acumulada de ambos elementos, en el primer metro de profundidad, fueron más altas que en el corral con 1 año de actividad. La profundidad del nivel freático y la textura fina del suelo podrían haber contribuido a atenuar la contaminación del agua subterránea, y favorecer el escurrimiento superficial.